Esta vez preparé una sencillita, que estaba empezando a hacérseme cuesta arriba hacer algo que me gusta. Hay que coger 1 kg. de membrillos, limpiamos la pelusilla, lavamos, retiramos los rabitos y cortamos en cuartos. Después le quitamos el corazón, semillas y cualquier parte dura que quede. Los trozos se cortan en láminas finas. Todos estos restos los ponemos en una cacerola, cubrimos de agua y ponemos a cocer para hacer un jugo de membrillo. Colamos con un colador normal primero y una segunda vez con uno de tela. Reservar.
En una cacerola juntamos el membrillo en láminas, 900 g. de azúcar, el zumo de 1 limón pequeño, 200 ml. de jugo de membrillo, 150 g. de frambuesas y la misma cantidad de moras. La receta original sólo lleva frambuesas, pero yo me quedé corta y tuve que "rellenar" con moras congeladas que recogimos en una visita al pueblo en septiembre. Lleva a ebullición y retira la espuma con cuidado, deja hervir 10-15 minutos a fuego fuerte removiendo con cuidado y de forma constante. Cuando veas que toma la consistencia deseada, retira del fuego y envasa en tarros inmediatamente.
Nota: Todas las recetas de mermeladas que figuran en este blog, se han extraido del libro "Mes confitures" de Christine Ferber, aunque también todas ellas las he adaptado a mi gusto o necesidades, añadiendo o quitando ingredientes de las recetas originales.
2 comentarios:
Pues como esté tan rica como las otras va a ser lujuriosa :)
Esa mermelada suena muy bien!!!!!. Mi padre suele hacer de moras... Y con el membrillo mi madre hace dulce de membrillo. Pero todas juntas y enn mermelada no las he probado nunca y tienen que estar de miedo!!!
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