Empecé a pensar en lo pesado que es tener que estar controlando al niño para que no coma cosas que no me gustan, pero que tampoco puedes no comprar. Y pensé que podía hacerle los batidos yo misma. Pensaréis que es obviedad, pero es que ya he dicho que venía cansada de trabajo.
Así que mezclé 500 g. de sandía, 250 g. de fresas, 3 vasos de leche, 2 cucharadas de azúcar blanca y el zumo de medio limón. También le puse unos cubitos de hielo porque la leche estaba del tiempo, todo a la batidora y a beber.
Después mi marido se hizo él uno de fresas porque no le gusta la sandía. Riquísimos los dos. Así que a partir de ahora, menos comprar batidos industriales y más experimentar con nuevos sabores y mezclas.
4 comentarios:
No... no me gustan los experimentos, solo me gustan los batidos de fresas y leche, y punto pelota.
Sabes que tenemos un pez???? se lo regalamos ayer a Guille, no tengo gato pero... tenemos el pez jejejeje.
Me encanta, me encanta y me encanta toooodo que sea con leche.
Uuuummm.. que delícia!!!
Rosana.
Desde luego es cuestión de ir probando, lo natural y caserito, siempre es mejor!
ummmm que rico batido, ideal para la merienda de mis niñas, jejej
Besicos
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