Parece que existe la creencia generalizada, a veces promovida por los medios de comunicación, de que hay ciertos alimentos que no se pueden congelar. ¿Pues sabéis qué? que muchos de ellos sí pueden congelarse. Aquí os pongo algunos ejemplos:
Huevos: nos ha ocurrido con frecuencia que, en verano las gallinas que cría mi padre en el pueblo, empiezan a poner como locas. Somos muchos de familia, pero aun así, hay veces que no sabes qué hacer con tanto huevo.
Tan sencillo como batirlos, repartir la mezcla en cubiteras y congelar. Dos cubitos equivalen a un huevo.
Yemas: para evitar que espesen demasiado, añade 1/2 c. postre de sal (o 1 1/2 de azúcar si las vas a utilizar para postres) por cada 250 ml. (1 vaso) de yemas. Cubitera y a congelar. Un cubito equivale a dos yemas.
Claras: en este caso no es necesaria ninguna preparación especial. Una clara por cada cubitera.
Como utilizar huevos congelados: deja que se descongelen en la nevera un día antes de usarlos. Se conservan congelados hasta un año.
Leche: se congela en su envase original, pero ten en cuenta que hay que sacar parte del líquido para que se pueda expandir. Medio vaso por litro de leche, será suficiente. Descongela en la nevera y agita bien antes de usar.
Mantequilla: se congela en su envase original,y hay que dejar que se descongele en la nevera.
Plátanos: congela con la piel. Después lo único que tienes que hacer es descongelar y pelarlo para utilizar en batidos o bizcochos. Verás que la piel se ha vuelto negra, pero eso no afecta a la calidad de la fruta para nada.
Apio: lava y corta en trozos del tamaño que gustes. Congela sobre una bandeja y guárdalo luego en una bolsa o tupper. Para utilizar: añádelo directamente al plato que estés cocinando.
Tomates: lava muy bien. Se congelan enteros y sin pelar. Una vez que se hayan congelado del todo, guarda en bolsas o tuppers.
Hierbas frescas: trocea. Después se colocan en cubiteras con una pequeña cantidad de agua. Para usar, sencillamente se añaden los cubitos al sofrito o plato que se esté cocinando.
Frutos secos: los puedes congelar con o sin cáscara en una bolsa o tupper.
Calabacines: lava y corta en trozos del tamaño que gustes. Mételos en agua hirviendo 3 minutos. Deja que se enfríen completamente y guarda en un tupper.
Manzanas: se pueden congelar enteras o a trozos, peladas o sin pelar. Aunque como no son mi fruta favorita, prefiero hacer compota con ellas. Tengo pendiente probar una receta de juego de sabores. Mientras tanto, si os animáis, arriba tenéis el enlace. Espero que la entrada os haya sido de utilidad.
Nos leemos.
Nota: todas las formulas de productos de limpieza o cuidado personal que publico en este blog, están probadas por mi y mi familia. A nosotros nos van bien, lo cual no quiere decir que sean buenas para todo el mundo, si te apetece probarlas, eres libre de hacerlo pero bajo tu propia responsabilidad. Un beso.
9 comentarios:
Gracias, increible !!! jamás hubiera dicho que se podía congelar todo esto. Bsssss.
gracias por esta entrada tan util un saludo maria,
Ummm nunca hubiera imaginado lo de la leche ymenos los huevos.
Yo loa calabacines, los lavo, los corto y los congelo sin darle ningún tipo de cocción y quedan estupendos.
Ostras...pues la verdad es que ahora que lo dices es verdad...hay alimentos que parece que no se puedan congelar!
Besos!
Algunas cosas, como los calabacines, tomates y demás verduras sí que las he congelado, pero la leche y los huevos nunca se me había ocurrido. Probaré seguro. Muchas gracias!!
Un saludo
Gracias por tu información, es
muy valiosa.
Besos.
Chary :)
Muy útil esta entrada, gracias!!!!
INCREIBLE, MUY BUENOS DATOS!!
MUCHOS BESOS
http://flashlovee.blogspot.com/
Tiempo sin pasarme y poniéndome al día con tus entradas.
Hay alimentos que no sabía que se podían congelar y manchas que pensaba no saldrían: gracias por compartir consejos.
¡Preciosos tus trabajos, como siempre y los pendientes de Navidad a por ellos porque son maravillosos!
Besetes y buen finde
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