De los frutos, la manzana.

Llevaba ya tiempo con la sensación de que no estaba demasiado contenta con el look de mi blog. De hecho, creo que he cambiado tanto los fondos en una búsqueda inconsciente de algo que me convenciera de verdad. Ayer me lié la manta a la cabeza y decidí darle una vuelta completa.

No está exactamente como quería, aunque se aproxima bastante. Pero el header no cubre todo el ancho de la pantalla y no consigo que quede bien, por ejemplo. Por otro lado, he podido añadir distintas páginas dependiendo del contenido (labores, libros, recetas...), aunque todavía no sé como hacer para publicar las entradas en la pestaña que quiero.

Y después de tanto trajín informático, necesitaba distraerme con una idea que tenía hace tiempo. Un broche.

Cuando terminé este adorno, me quedé con el gusanillo de hacer algo con fieltro. Tenía muchas ideas, pero todas eran grandes y complicadas. Necesitaba una cosa que se hiciera rapidito.

Y este es el resultado. Ocupa la palma de la mano, así que es grandecito, pero queda muy bonito puesto. Utilicé para unir las dos partes de la manzana el blanket stitch, y he aquí un tutorial por si a alguien le hace falta.

En definitiva, estoy muy contenta con el resultado y tengo todavía verano para lucirlo.

Día 23 de vacaciones

Hoy no hemos hecho nada. Y ha sido una decisión consciente, porque mi hijo se tiene que aburrir.

No es un niño que insista con la cantinela del "mamá, me aburro" aunque lo demuestre con comportamientos un tanto alterados. Pero creo que los niños se tienen que aburrir, no pasa nada. No puedes tenerlos todo el día aparcados delante de la tele, pero tampoco se pueden programar actividades de forma compulsiva para que tengan en todo momento cosas que hacer.

Creo, y es sólo una opinión de madre, que cuando mi hijo se aburre, hace grandes cosas. Inventa juegos con trozos de papel y palillos, se hace un fuerte con dos toallas, crea historias que luego comparte con nosotros o le cuenta cuentos a los gatos. 

Es en esos momentos en los que se ve forzado a pensar, porque no está entretenido, en los que se le ocurren cosas nuevas. Cuando todo su tiempo está programado, a veces tengo la sensación de que se estresa. Y eso, en un niño de 6 años, me parece grave.

Así que sí, hoy mi hijo se ha aburrido, y mucho. Pero ahora mismo está debajo de la mesa del comedor con una especie de taparrabos que se ha hecho con un trapo de cocina y amontonando sus peluches porque les va a dar clase de natación. Y a mi me parece maravilloso.