Ha sido un trajín de semana. Al lío propio del comienzo de clases, los distintos proveedores de servicios de este país han decidido, todos a la vez, tomarla conmigo enviándome cartas amenazantes. Resultando que, al final, eran errores suyos pero claro, te vuelven loca y pasas horas al teléfono.
En fin, no sigo y mejor os cuento la receta de rollos de canela que preparé ayer por la tarde para consolarme de tanta incompetencia y mediocridad.
Hay que poner 1/2 l. de leche, 250 ml. de aceite de girasol y 250 g. de azúcar en una cacerola. A fuego medio removemos y retiramos del fuego antes de que comience a hervir.
Diluimos un cubo de levadura química en un poco de la misma leche que hemos calentado. Cuando este totalmente deshecha, añadimos a la cacerola y removemos para que se mezcle todo bien.
Vertemos poco a poco, y removiendo entre medias, 1 kg. de harina. Tapamos con un trapo de cocina limpio y colocamos la cacerola en un lugar templado para que suba la masa durante 1 hora.
Pasado este tiempo, retiramos el trapo y añadimos 1 c. de postre de bicarbonato, 1 sobre de levadura en polvo, una pizca de sal y otros 250 g. de harina. Se puede usar la masa inmediatamente o guardarla en el frigo hasta 3 días antes de hacerlo, teniendo la precaución de empujar la masa para que no se salga.
Para hacer los rollos pon la masa en una superficie enharinada, estira con un palote de amasar y dale forma de rectángulo.
Para hacer el relleno, vierte 200 g. de mantequilla derretida en la superficie de la masa. Extiende con los dedos para cubrirla bien. Espolvorea 1 c. sopera de canela (colmada) a continuación y, para terminar, 250 g. de azúcar. Asegúrate de que cubre bien toda la superficie de la masa.
Ahora, comenzando por el extremo más alejado a ti, comienza a enrollar la masa. Utiliza las dos manos y hazlo despacio, con cuidado de que el rollo quede apretado.
Cuando hayas acabado de enrollas, pellizca la junta para sellar el rollo. Ahora tienes un delicioso rollo de mantequilla, canela y azúcar.
Colócalo en una tabla para cortarlo en rollos del grosor que mejor te parezca. Los míos tenían alrededor de 2 cm.
Engrasa una fuente con un par de cucharadas de mantequilla derretida y coloca encima los rollos con cuidado de dejar algo de espacio entre ellos porque luego crecen.
Precalienta el horno a unos 190º C y tapa la fuente con un trapo, deja reposar unos 20 minutos antes de meterlos en el horno. Después hornea entre 15-20 minutos. No dejes que se doren demasiado.
Mientras los rollos se hacen, vamos a preparar la cobertura. En una fuente mezcla 250 g. de azúcar glas, 125 ml. de leche, 60 g. de mantequilla derretida, 125 ml. de café fuertecito y una c. sopera de miel. Bate hasta conseguir una mezcla homogénea y sin grumos
En este punto, tu cocina debe ser el sitio que mejor huele del mundo. Mientras los rollos todavía estén templados, riega con la cobertura de café. Y así es como quedan.
Variaciones: puedes añadir frutos secos a tu gusto junto con el azúcar y la canela. O sustituir la canela y el azúcar por 8 c. soperas de mermelada de naranja y azúcar moreno, después cambia el café por zumo de naranja.
Esta receta está en el primer libro de Ree Drummond, bloguera a la que sigo desde hace tiempo. En la original utiliza sirope de arce, pero visto el precio que tiene el ingrediente (26 € el 1/2 l. me pidieron el jueves), me pareció una opción más sana y económica utilizar miel. Use de romero, pero seguro que la de vuestro gusto sirve igual de bien.
Colócalo en una tabla para cortarlo en rollos del grosor que mejor te parezca. Los míos tenían alrededor de 2 cm.
Engrasa una fuente con un par de cucharadas de mantequilla derretida y coloca encima los rollos con cuidado de dejar algo de espacio entre ellos porque luego crecen.
Precalienta el horno a unos 190º C y tapa la fuente con un trapo, deja reposar unos 20 minutos antes de meterlos en el horno. Después hornea entre 15-20 minutos. No dejes que se doren demasiado.
Mientras los rollos se hacen, vamos a preparar la cobertura. En una fuente mezcla 250 g. de azúcar glas, 125 ml. de leche, 60 g. de mantequilla derretida, 125 ml. de café fuertecito y una c. sopera de miel. Bate hasta conseguir una mezcla homogénea y sin grumos
En este punto, tu cocina debe ser el sitio que mejor huele del mundo. Mientras los rollos todavía estén templados, riega con la cobertura de café. Y así es como quedan.
Variaciones: puedes añadir frutos secos a tu gusto junto con el azúcar y la canela. O sustituir la canela y el azúcar por 8 c. soperas de mermelada de naranja y azúcar moreno, después cambia el café por zumo de naranja.
Esta receta está en el primer libro de Ree Drummond, bloguera a la que sigo desde hace tiempo. En la original utiliza sirope de arce, pero visto el precio que tiene el ingrediente (26 € el 1/2 l. me pidieron el jueves), me pareció una opción más sana y económica utilizar miel. Use de romero, pero seguro que la de vuestro gusto sirve igual de bien.
6 comentarios:
Te voy a conceder el título honorífico de "cocinera estupenda" BESICOS.
¡Qué riquísimos!
Se me hace la boca agua,
seguro que me comería uno ahora
después de la cena.
Besos guapa y gracias por
compartir.
Chary :)
Madre que delicia de receta!!! seguro que están riquísimos.
Un besazo guapa y feliz finde.
Se me hace la boca agua!!!
Buen domingo!!!!!!
Al terminar de leerte estaba babeando: por dios, deben estar exquisitos.
Besos y feliz comienzo de semana
Que buenisima receta, no la conocía y me ha sorprendido mucho. un beso
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