7 de mayo de 2014

Consejos para mantener el gasto de la compra a raya

El día de San Patricio os contaba qué cosas hago yo para ahorrar en la cesta de la compra. Hoy he querido ser algo más específica y compartir con vosotras como consigo gastar menos en los productos perecederos y preparando las comidas y cenas semanales.

Empiezo por decir que no creo que haga nada extraordinario cuando llega la hora de hacer la compra mensual. Estoy completamente segura de que ya habréis leído montones de posts sobre como gastar lo menos posible cuando compramos, pero me sentiré feliz si algo de lo que os cuente os resulta de utilidad.

Creo que la mejor manera de ahorrar en la cesta de la compra empieza incluso antes de salir de casa:

1. Controla tu despensa

No hace mucho, me gasté tan solo 20 € en las comidas/cenas de una semana utilizando muchos de los ingredientes que ya tenía en casa. Cuando no tienes controlado tu stock, corres el riesgo de volver a comprar productos que ya tienes, gastas más sin necesidad e, incluso, corres el riesgo de que los productos caduquen. Hay una web llamada supercook que te permite hacer listados con los ingredientes que tienes en casa, elabora recetas con ellos, puedes hacer listas de la compra/recetas o te dice lo que te falta para cocinar un plato concreto. El problema... que está en inglés porque es americana, pero si controlas un poco el idioma puede ser muy útil.

2. Planea las comidas/haz listados

Hay veces que espero a última hora y otras en que me propongo buscar una receta nueva cada día. Es cosa tuya como te organices el tema, pero ir a comprar sabiendo exactamente lo que necesito y no andar dando vueltas por la tienda con el carrito, me ayuda a evitar compras innecesarias. Cada vez soy más estricta en esto, porque tengo comprobado que si no llevo mi lista, gasto considerablemente más.

3. Verduras congeladas

Las verduras congeladas son más baratas. Además, tengo claro que no soy capaz de gastar todo antes de que se estropee. Tirar comida es tirar dinero, y eso es una vergüenza siempre y más en los tiempos que corren. Con las congeladas utilizamos la cantidad exacta que nos hace falta y el resto va de vuelta al congelador. Hay que tener cuidado al almacenarlas para que no se quemen ni cojan sabor, para ello las meto en otra bolsa además de la que traen.

Los únicos productos que sigo comprando frescos son las ensaladas en bolsa (salen más caras, pero aprovechas cada trozo y ahorras tiempo que también es importante), apio, puerro, tomate, cebollas, pimientos y la fruta que compro en el mercadillo. Y, como siempre, atentas a las ofertas.

4. No compres con hambre

Seguro que este es un truco que alguien sacó de una de esas dietas milagro. Pero el caso es que funciona, siempre come algo antes de ir a comprar. Si el azúcar en sangre está estable, no tendrás un ataque de hambre y saltarás sobre las bolsas de patatas, el helado o los yogures que no necesitas.

5. Sobras

Ya sé que la palabrita suena fatal, mi madre los llama eufemísticamente recortes, pero seguro que me habéis entendido todas. A mi me parece genial que con lo que te has gastado para hacer una comida, tengas para dos. Puedes dejar un día por medio para no repetir, y complementar con una ensalada si te quedas algo corta. En casa nos encanta aprovechar la pasta que sobre un día para cenar al siguiente, añadiéndole salsa de tomate, bechamel, queso por encima y al horno 15 minutos. ¡Buenísimo!

6. Arroz/pasta

En casa nos encanta la pasta, pero nos tira mucho más el arroz. Tengo previsto una entrada con recetas de arroz cocido y mezclado con verduras, carne, pescado, pollo, salsas. Me solucionan las cenas de 3 noches  cada semana.

7. Un solo viaje

Tengo amigas que van a la tienda 2-3 veces en semana. No planean las comidas y se gastan 30-40 € cada vez que van. Si te limitas a un solo viaje a la semana, ahorraras dinero. Pero para eso tienes que planear antes, porque cada viaje al supermercado es una tentación para gastar. Además, te ahorras dinero en combustible.

8. Desayuno para cenar

Esto no lo hago cada semana, más bien una o dos veces al mes como mucho. El desayuno es siempre más barato que la cena, además a mi hijo le encanta eso de hacer tortitas para cenar, lo vive como una celebración porque tratamos de que coincida con un cumple o fecha especial (buenas notas, echan una peli que le guste en la tele, aniversarios, días festivos).

Como os comentaba al principio, no creo hacer nada extraordinario pero a mi me funciona y casi siempre conseguimos ceñirnos al presupuesto.  Espero que algo os haya servido de utilidad y me encantaría que aprovechaséis para contarme vuestros propios trucos. 




6 de mayo de 2014

Quaker... hummmm

Que buen puente hemos tenido. El tiempo acompañó, hemos ido con nuestro niño a sitios que no conocía, fuimos de cacería, nos ha dado el sol... en fin, un poco de todo.

Lo que menos he hecho ha sido bordar, pero es que los pies se me iban a la calle. Mira que me gusta el frío, pero el solecito se cuela, se cuela... Volviendo a las labores, hace unas semanas estuve buscando unos diseños quaker con mi amiga Molly para un proyecto de Navidad que tenemos juntas. A ella le encantó lo que le enseñé y a mi me picó el gusanillo.

Tanto, que en lugar de dedicarle tiempo a las cositas que todavía tengo pendientes, decidí comenzar algo nuevo. Pequeñito, lo bordé en dos ratos perdidos, pero resultón.


He redescubierto el encanto quaker. La sencillez de sus diseños, el encanto de otro tiempo, la austeridad monocromática... no sé que haré con él, pero mientras le doy una utilidad, voy a ver si me organizo con el resto de UFOs que ya va siendo hora.