28 de enero de 2018

Manta de grannies

Este mes de enero quería dedicarlo a terminar algunas de las labores que tenía pendientes y, para mi sorpresa, lo he conseguido. Para cerrar este primer mes del año dejé una labor que comencé con muchas ganas pero que ha resultado pesada y laboriosa. Mi manta de grannies.


 En esta foto podéis ver el orden, en tiras oblicuas, de los cinco colores elegidos. Fácil, ¿verdad?. Pues tan solo deciros que de todos los errores que se pueden cometer a la hora de unir las grannies, yo debí cometerlos todos hasta el punto de que lo que iba a ser una colcha para el sofá se ha quedado en un cubrerespaldos, osea, una cuarta parte del tamaño original.


El colorido sigue gustándome muchísimo, pero otra de las cosas que me aburría era lo poco que cundía al tejer, lo tedioso de hacer una y otra vez el  mismo diseño y el tener que unirlas para formar las tiras. Por cierto, este es el método que elegí para hacerlo.

Cuando llegó el momento de hacer el borde a la manta, suspiré aliviada porque tengo "el mejor libro de bordes para mantas del mercado" (eso dicen las críticas que leí en internet antes de comprarlo).


Y sí, el libro es buenísimo pero como mi manta es rectangular y no coincide el número de puntos (el lado largo es múltiplo de 5 y el corto de 2), pues tuve que escoger un borde que sirviera para cualquier múltiplo. Había varios, es verdad, pero todos muy tupidos para mi gusto. Total, que elegí este.


Que quedó así


No está tan rizado como en la muestra y supongo que es por el tipo de lana empleado, pero me gusta. Lo que me hace sentir bien porque ya estaba empezando a pensar que estaba siendo demasiado tikis mikis y maniática.

 Así que, ya veis, para ser la última labor de enero ha dado toda la guerra posible. Dicho esto ¿volveré a tejer alguna vez otra manta con grannies? No durante una temporada larga, pero no me extrañaría que volviera a picar porque la verdad es que son muuuuy bonitas.

20 de enero de 2018

Crochet snowflakes

Una de las consecuencias de tener tan cerca la Navidad, es que todavía queda algún proyecto temático coleando por ahí. La entrada de hoy va sobre eso.

Cuando a primeros de diciembre nos pusimos a decorar la casa, me encontré con un "problemilla" ya antiguo. Y es que tengo varios copos de nieve hechos a ganchillo que, al colgarlos en el árbol, quedan eclipsados entre el resto de adornos y me da pena. Cuando me quejé de ello en voz alta, mi marido me dio la solución, "¿por qué no los enmarcas y haces un cuadro con ellos?".

Dicho y hecho.


Lo primero que hice fue mezclar cola blanca y agua a partes iguales. Se me ocurrió poner una cantidad indecente un poco de purpurina plateada a la mezcla a ver que pasaba y metí los copos. Después los coloqué sobre plástico de cocina para que se secaran. Al día siguiente repetí la operación para darles más consistencia, aunque ahora creo que no hubiera sido necesario.


 Compré un marco de los de colgar fotos como si fueran prendas de vestir. Lo desmonté y cambié el cordel que traía por este rojo y blanco más navideño. Al presentar los copos me pareció que quedaba algo soso, así que cogí cinta de carrocero para hacer una separación y, con la misma mezcla donde bañé los copos, pinté la parte inferior del lienzo.


Decidí seguir el principio de "nunca es demasiada purpurina". ¿Qué nunca lo habéis oído? debe ser porque me lo acabo de inventar. El caso es que con la misma brocha de pintar el lienzo escurrida, fue poniendo más purpurina hasta que me gustó como quedaba.


Y, por fin, colgué los copos como si estuvieran tendidos al sol. Me ha encantado el resultado y, la única pega, es que lo tengo que guardar hasta el año que viene.

14 de enero de 2018

Cojín Sophie's universe

En el 2016 comencé a tejer la manta Sophie's Universe. Era un proyecto que me encantaba, pero pronto me sentí cansada de pelearme con puntos demasiado complicados para mis conocimientos de ganchillo. Así que lo "aparqué".

Este mes de enero estoy terminando proyectos que, como esta manta, se quedaron aparcados por diferentes motivos. Y al rescatar la labor me di cuenta que tenía el tamaño perfecto para hacer un cojín.
 

Y aquí está. Me gusta especialmente el rosetón central.


La forma en que los puntos se alargan para formar una suerte de pétalos.


Y las esquinas, que me dieron momentos de frustración intensa pero que ahora me encantan.


Llegados a este punto comprenderéis que me negara en redondo a tejer la trasera igual.


Con los mismos colores hice un lado muchísimo más sencillo pero igual de colorido. Y ha quedado mullidito para echarse unas estupendas siestas.

7 de enero de 2018

Trabajo de costura

Hace un par de meses estaba con mi amiga Virginia ojeando cosas en una tienda de esas que te lo llevarías todo, cuando vimos un cartelito de abierto-cerrado monísimo.

Ella tiene una clínica de logopedia en Collado Villalba, y cuando dijo que pensaba comprar el cartelito, le solté "ni se te ocurra, yo te lo hago".

Casi dos meses después, aquí está el resultado.
 

Por un lado


el otro


detalle de uno de los botones, una regadera a ver si así me acuerdo de regar la plantita que me regaló


Y estos, un pequeño guiño porque su chico es apicultor y hace una miel... pecaminosa.

Estoy muy contenta con el resultado final, ahora tan solo falta quedar con ella para entregárselo como regalo de cumple adelantado.

1 de enero de 2018

Empezando 2018

Ya sé que dije que hasta pasado Reyes no volvería, pero se me hacía raro comenzar año y no pasarme por aquí para desearos a todos un Feliz Año Nuevo.

Y para cerrar el 2017 definitivamente, una foto del último adorno que terminé hace unos días.


Es un diseño de LHN (Little House Needleworks) que aparece en la revista Just Cross Stitch especial Navidad de 2012. La tela de la trasera es la que aparece en la foto, aunque no se aprecia bien, las estrellas son plateadas y tienen brillo.

Os deseo un
¡¡¡Muy Feliz 2018!!!
a todos

Y nos leemos pronto