7 de julio de 2011

Herencia de familia

Tengo la suerte de, por vía paterna, ser nieta y bisnieta de bordadoras.  Como suele ser costumbre, los bordados se heredan de madres a hijas, sé que al menos una de las tías de mi padre guarda una de aquellas labores enmarcadas, porque recuerdo haberla visto en su casa.

El caso es que al ser mi padre hijo único, hace tiempo llegaron a mis manos algunos bordados de su madre y abuela. Eran todas piezas de sus ajuares, almohadones y paños de mesa, en su mayoría. El problema es que, salvo una mantelería que está bastante bien, el tejido del resto de las labores se encontraba muy deteriorado, así que tuve que tomar la decisión de cortar los bordados para poder enmarcarlos y que se conservaran. La verdad es que fue una decisión motivada, pero recuerdo que según iba cortando me temblaba todo, pues sentía poco menos que estaba cometiendo un sacrilegio…

Desde aquel día he enmarcado un almohadón que está decorando uno de los rincones de mi dormitorio. Tengo más, no muchos, con los que haré lo mismo poco a poco.

Todo esto viene a cuento de que hace unas semanas mientras rumiaba la idea de escribir esta entrada, se me ocurrió que podía hacer un árbol de bordadoras. Inmediatamente me vino a la mente este diseño...


Es de Lavender & Lace (Marilyn Leavitt-Imblum). Tengo el gráfico y tengo las ganas, pero no tengo el tiempo. Así que este va para la pila de "futuribles" del año que viene.

1 comentario:

Paloma dijo...

Me gusta mucho la idea y el patrón. Tienes que ponerte con ello, Olga