Muffins de arándanos

Es la ley de Murphy, para una vez que me salen unos muffins con buena pinta, me olvido la cámara. Pero para eso está Internet, más concretamente tio Google, y buscando, buscando he encontrado una foto que me gusta porque sale el mismo molde que utilizo yo.

Antes de pasar a explicar la receta, quería contaros un par de truquillos para que suban, y que funcionan porque a mi ha sido la primera vez que no se quedan planos. Pues lo primero es que todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente y además, hay que respetar escrupulosamente la medida de levadura porque si se pone de más, conseguimos el efecto contrario. Si además, no os gusta que el zumo del arándano tiña la masa, usadlos congelados.

Y ahora al lío. Lo primero es precalentar el horno a 200º C. Podéis engrasar los moldes con mantequilla o colocar papelitos de madalenas de colores como hago yo para evitar que se peguen. En un bol mezclamos 250 g. de harina de fuerza (también llamada de repostería), 150 g. de azúcar, 2 y 1/2 c. postre de levadura en polvo, 1/4 c. postre de bicarbonato, 1/2 c. postre de sal y 1 c. postre de canela. En otro bol mezclamos 250 ml. de leche, 125 g. de mantequilla derretida y 2 huevos. Una vez que estos últimos estén bien mezclados, vertemos sobre los ingredientes secos poco a poco, batiendo con unas varillas manuales para incorporarlos bien y evitar grumos. Ahora ya podemos añadir los arándanos congelados, que habremos rebozado en harina para que no se queden en la base de los muffins. Repartir la masa en los moldes sin llegar a llenarlos del todo para que al subir con el calor no se salga. Hornear 15-20 minutos, dejamos reposar 5 m. en el molde y que se terminen de enfriar en una rejilla.

¡Que aproveche!