31 de agosto de 2011

La leche merengada

Si hay una bebida de la que podría beber litros y no cansarme nunca es la leche merengada. Este verano (imperdonable) no la he hecho ni una sola vez, aunque eso tiene fácil remedio. Sólo es ponerse, además es una de las pocas recetas que me sé de memoria.


Hay que coger 1 litro de leche entera y ponerla en un cazo con 200 g. de azúcar, 1 rama de canela y la piel de un limón. Llevamos a ebullición y comenzamos a dar vueltas con una cuchara de madera, unos 10 minutos o hasta que veamos que la piel del limón está un poco blanda. Después retiramos del fuego y quitamos la cáscara de limón y la rama de canela, a continuación añadimos 3 claras de huevo montadas a punto de nieve y se bate todo junto.






Aquí yo pongo la bebida en una jarra con tapa y va al frigorífico, pero también se puede hacer un helado vertiendo la mezcla en una fuente no muy honda y metiéndolo en el congelador. Una hora después se saca y se vuelve a batir para romper los cristales de hielo, esta operación se repite varias veces para conseguir que la mezcla quede cremosa (tipo helado). Al servir, tanto si lo hacemos como bebida o como helado, espolvorear con canela en polvo.

2 comentarios:

Paloma dijo...

Esta va directa a mi nuevo cuaderno de recetas, jejejeje. La leche preparada se hace igual, solo que no se le ponen las claras. Yo lo hago mucho en verano, y ¡tachan! he aprendido a hacerla ligth.

Cristina-Tejiendo las Horas dijo...

Que rica!!! A mi también me encanta!! Besines:)