¡Como nos lo pasamos en Warner! Madre mía, aquello es impresionante, no sé quien disfrutaron más, los niños o yo. El caso es que nos juntamos varios matrimonios con los pitufillos y pareciamos la tribu Brady pero repito, yo creo que éramos peores los adultos que nuestros hijos. Menos mal que todavía no tienen edad para avergonzarse de sus padres y les hacia gracia.
El sábado fue el cumpleaños de Sophie, que menos mal que no se entera porque se lo pasó sola en casa. Así que el domingo mi hijo, que eso de los cumpleaños lo lleva a rajatabla, le preparó una "fiesta sorpresa", le puso unas cuantas gulas en un plato y se empeñó en perseguirla por toda la casa para cantarle el cumpleaños feliz. Lo que pasa que ella no colabora nada, se comió tan deprisa las gulas (le vuelven loca) que no me dio tiempo a sacarle una foto, y no sólo se negó a ponerse el gorrito que Alejandro se empeñaba en escasquetarle (totalmente comprensible, pero es que mi hijo es "persistente") sino que se escondía por todos los rincones cuando comenzábamos a entonar el Feliz, feliz en tu día...
Los avances van ahí, ahí, ha sido una semana dificililla, a ver si esta acompaña. El de Halloween... que va viento en popa.
Y como ya me han enviado nueva entrega del SAL, me he puesto unos objetivos semanales para no quedarme rezagada porque si no veo que al final lo voy a dejar.
Este trocito lo hice ayer a la hora de la siesta antes de quedarme traspuesta yo también.
2 comentarios:
Ay que me parto con las gulas jajaja, que jodía, con ese menú se podría haber dejado y ponerse el gorro y salir en alguna foto. Que graciosos como el perro y el gato jajja
Oye menos siesta y más aguja e hilo.
Le das gulas a la gata!!! Jolín que lujazo chata...jajaja!
Me estoy imaginando a tu niño detrás de la gata y ella corriendo desatada!
Un beso.
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