16 de septiembre de 2011

Talco de lavanda

¡Vaya semanita! No hemos parado ni un momento. Y el fin de semana también apunta maneras... empezando desde esta misma tarde. Menos mal que lo vamos a dedicar casi entero a reunirnos con amigos.

Ayer por la tarde me di cuenta de que casi me había quedado sin talco. No es que lo utilice mucho, dado que hace algún tiempo me enteré que no es demasiado bueno para la salud. Parece ser que el cuerpo no lo elimina y se queda depositado en los pulmones. En cualquier caso, ya he dicho que lo uso poquito pero me gusta "customizarlo" un poco.

En un mortero pulverizo espliego seco (unos 70 g.)



Y después lo mezclo bien con el contenido de un bote de talco corriente en una cajita de cartón. Una vez hecho esto, vierto unas 25 g. de aceite esencial de lavanda sin parar de remover. Y así es como queda


Para usarlo lo ideal es una borla, pero como hasta ahora no he encontrado una que me guste utilizo una kabuki de las de aplicar polvos sueltos en la cara que me va genial.

Por supuesto, si no os gusta el olor del espliego-lavanda se puede cambiar por cualquier otro. Eso sí, usadlo con moderación por lo que os he contado más arriba.

Y os deseo a tod@s un muy feliz fin de semana. ¡A disfrutar!

3 comentarios:

Cristina-Tejiendo las Horas dijo...

Que apañá!! El talco a tu gusto, di que si!!! Feliz fin de semana!!! Besos:)

Paloma dijo...

Me gusta la idea. Es mas o menos lo que hacen con los polvos de maquillaje. Chanel usa aroma de rosas, por ejemplo. Si es que eres una artista, maja!

Entre puntadas e hilos dijo...

Oye, pues la próxima igual me animo y lo hago con aroma a rosas... tiene que oler genial también.