20 de junio de 2011

Érase que se era...

...un juego de utensilios de bordado que estaban destinados a ser, pero que nunca eran. Porque la bruja buena que tenía que haberles dado vida, estaba muy ocupada haciendo conjuros, asistiendo a aquelarres con sus amigas brujitas o desarrollando sus artes arcanas. Hasta que un buen día, la bruja buena recordó aquel viejo anhelo y se puso manos a la obra.


Le dedicó una tarde de domingo entera, pero no fue suficiente, así que la brujita hizo el firme propósito de no parar hasta verlo todo terminado.

Por desgracia esta bruja, además de algo vaga, era una fotógrafa amateur y miope, por lo que sus fotografías salieron bastante movidas.


Lo que sí tenía era propósito de enmienda. Así que la próxima vez prometió no hacer las fotos a las 7:30 de la mañana, sin gafas y a toda prisa porque llegaba tarde a un congreso de brujería.

4 comentarios:

Paloma dijo...

Jajajaja, me ha gustado esta entrada :)

¿Para cuando el próximo akelarre?

Entre puntadas e hilos dijo...

Pues para cuando quieras. ¿Puedes quedar a comer ya o sigues hasta las eyebrows?

Paloma dijo...

Esta semana no puedo, pero empiezo la jornada de verano el 1 de Julio y me toca Agencia EFE todos los días (yuju!) a partir de la semana que viene. Hay que quedar, que ya está bien. Esto no es vida, mari.

Entre puntadas e hilos dijo...

Y que lo digas... tenemos pendiente ir al Museo Sorolla. Por cierto, para las sartenes que se pegan, hervir vinagre a fuego lento en ellas. Sitos.